Por Marcelo Chamorro - Corresponsal en Rio de Janeiro -En la ciudad eterna de samba y Carnaval ya no suenan los tambores, o mejor dicho suenan para otros oídos que no son los de los pobres.
Desde que asumió el actual alcalde Eduardo Paes, la Municipalidad viene actuando al mejor estilo de la Alemania Nazi.
Paralelamente a los grandes proyectos que demandarán millones de dólares de inversión miles de personas sufren diariamente las consecuencias.
Últimamente y después de la gran lluvia de Abril, la Alcaldía resolvió entre gallos y medianoches disolver y recolocar 8 comunidades o favelas alegando que habitan áreas de alto riesgo. Algunas son Favelas que tienen más de 80 años y en otras nunca sucedió nada grave.
Sus habitantes piensan que es un claro interés inmobiliario ya que focalizaron sus ataques en la zona más noble de la ciudad apoyando sus análisis en observaciones muy vagas y genéricas según cuenta el Ing. Mauricio Campos del Núcleo Tierras y Habitación de la Defensoría Publica.
La Constitución brasileña, la Ley Orgánica Municipal y diversas otras prohíben taxativamente la remoción de Favelas, no obstante Paes no desiste.
Más allá de este verdadero terrorismo contra los habitantes pobres esta administración inventó el llamado ‘choque de orden’ donde un grupo de guardias municipales reprimen con violencia los vendedores ambulantes en cualquier punto de la ciudad e inclusive en la propia arena. Es un ejército vestido de bermudas con palos en las manos pegándoles a los trabajadores pobres que sustentan su vida vendiendo de todo en las calles.
El choque de orden recoge compulsivamente a los sin techo y mendigos que pululan por las calles de Copacabana y en lugar de hospedarlos en alojamientos los dejan abandonados a 50 km de la capital. Cuando se le pregunta a alguna autoridad al respecto, afirman que “son alojados en dependencias municipales con todo el confort pero infelizmente se escapan”.
Tampoco se respeta la propiedad privada. Recientemente salió la licitación del transcarioca, un tren que debe unir la Barra con el centro y expropiarán 4000 mil domicilios. Los propietarios ya denunciaron los valores bajísimos que les son ofrecidos.
La implantación de las UPP Unidades de Policía Pacificadora sólo están direccionadas a los barrios donde los turistas pasarán., o sea a unas 10 favelas. En las 1150 restantes la población se levanta y se acuesta escuchando el ruido de balas.
Tanto la alcaldía como el Gobierno de Estado de Rio planean la construcción de 100.000 unidades habitacionales para personas de baja renta en los próximos años bien lejos del centro de Rio en una clara medida de ataque contra los que menos tienen. Según denuncia el Padre Luiz de la Pastoral de Favelas.
En un extraño episodio un incendio acabó con el Mercado Popular de la Central do Brasil en el centro donde trabajaban con sus puestos 500 personas. A las 24 hs era demolido lo que restaba y divulgado un croquis del nuevo proyecto.
La Orden de los Abogados de Brasil calificó el incendio como criminal y grotesco el accionar de las autoridades.
En otro de los hechos insólitos la Municipalidad está colocando paneles a los costados de la Autovía que lleva al aeropuerto para esconder las favelas a los turistas.
Consultado que fue el alcalde informó que dichos paneles son para que los habitantes de las favelas no sean molestados con los ruidos de los automóviles.
Lo que realmente se observa en estos días en Rio de Janeiro es una vuelta a la lucha de clases y una elitización llevada a cabo con un pensamiento y accionar autoritario por parte del gobierno Municipal.
